Por Alejandra Leighton Naranjo[1]
El 4 de febrero de 2023, la SEREMI de Salud de Los Lagos decretó una alerta epidemiológica por el aumento de casos de tifus de los matorrales. Durante lo que va de esta temporada, se verificaron doce casos de esta enfermedad en la región, superando en más del doble los cinco casos registrados en 2022. De los doce casos, cuatro se registraron en la provincia de Chiloé, cuatro en la de Llanquihue, uno en la de Palena y tres se encontraban aún en investigación para determinar el lugar de contagio al momento de la alerta[i].
Los comentarios en redes sociales no se hicieron esperar, y dan cuenta de bastante desconocimiento de parte de la población, factor que lamentablemente juega en contra de la identificación oportuna de esta enfermedad emergente que —si bien puede preocupar por su sintomatología—, tiene un tratamiento conocido y accesible.
El Tifus de los Matorrales se detectó en el Archipiélago de Chiloé ya en 2006 y un equipo multidisciplinario de investigadores de distintas universidades del país lo viene estudiando más sistemáticamente desde 2015[ii]. Desde entonces y a la fecha, este equipo ha identificado 106 casos a nivel nacional, 53 de ellos en la provincia de Chiloé y otros 53 distribuidos en distintas regiones del sur de Chile, principalmente Aysén y también en Magallanes y Bío Bío.
¿Qué es el tifus de los matorrales y por qué se produce?
Se trata de una zoonosis, es decir, una enfermedad transmitida por los animales a los humanos. A nivel mundial, el 75% de los agentes que provocan enfermedades emergentes en los seres humanos son de origen animal[iii]. Algunos ejemplos de zoonosis son el hanta, la hidatidosis y la influenza aviar. Las enfermedades emergentes, por su parte, son aquellas provocadas por agentes infecciosos antes desconocidos e identificados en forma reciente y que podrían provocar problemas de salud pública[iv].
Si bien el Tifus de los Matorrales es una enfermedad emergente en el sur de Chile, en una amplia zona del Asia Pacífico, denominada Triángulo Tsutsugamushi, es una enfermedad de larga data y que cada año afecta a cerca de un millón de personas, en su mayoría habitantes de sectores rurales, en condiciones de pobreza y dificultades de acceso a la atención de salud. En esa zona, la mortalidad por tifus de los matorrales en personas que no son tratadas, alcanza a un 6%[v].
La enfermedad es transmitida al humano por la larva del ácaro rojo o ácaro de la cosecha, que ha sido infectada por la bacteria Orientia tsutsugamushi. Es en su estado larvario cuando el ácaro rojo se encuentra en la vegetación y puede morder al humano, inoculándole la bacteria que provoca la enfermedad. Si bien es visible, el ácaro es muy pequeño y su mordedura es indolora.
Los estudios desarrollados en el sur de Chile, y especialmente en la provincia de Chiloé, han concluido que la transmisión del tifus de los matorrales es también a través del ácaro rojo, que es transportado por roedores silvestres, sin embargo, la bacteria que lo provoca sería endémica o propia de nuestro territorio, no un patógeno que llegó desde otro país o área geográfica[vi]. Esto porque pertenece al género Orientia —al igual que la del Asia Pacífico— pero a una especie distinta a tsutsugamushi, que se ha denominado Candidatus Orientia chiloensis.
¿Cuáles son los síntomas y tratamiento?
Una vez que la persona es infectada por la bacteria, desarrolla en los siguientes días un cuadro que se caracteriza por fiebre alta, dolor de cabeza intenso, sudoración nocturna y un sarpullido en el tronco, extremidades y cara. Además, en el lugar de la mordedura se produce una leve inflamación y enrojecimiento, que progresivamente se va ennegreciendo debido a la muerte del tejido, hasta convertirse en una costra o escara negra, similar a la quemadura de un cigarro.
Existen otros síntomas asociados, sin embargo, los tres signos clave para identificar la enfermedad son la fiebre alta, el sarpullido o exantema y la costra negra. La probabilidad de que estos síntomas sean tifus de los matorrales aumenta si la persona ha estado realizando actividades en sectores rurales y en contacto con leña, matorrales o maleza. Se trata de una enfermedad más bien estacional, de mayor ocurrencia en los meses de verano[vii] y durante o posterior a días de altas temperaturas, probablemente por tratarse de condiciones favorables para el desarrollo de las larvas.
Al tratarse de una enfermedad provocada por una bacteria, el tifus de los matorrales tiene un tratamiento con un antibiótico específico, con muy buenos resultados. Sin embargo, el principal obstáculo para su diagnóstico oportuno es que se trata de una enfermedad nueva y aún poco conocida en nuestro país. De ahí la importancia que médicos, profesionales y técnicos de salud la conozcan y sepan identificarla y diagnosticarla, así como también las personas que eventualmente podrían contraerla puedan reconocer la sintomatología y consultar a tiempo.
¿Por qué surge esta enfermedad?
Los estudios en relación al tifus de los matorrales aún no son concluyentes en relación a las causas de su surgimiento en Chiloé y en el sur de Chile. Sin embargo, considerando que se trata de una zoonosis, existen algunos factores que podrían explicar en parte su aparición.
La interacción cada vez más cercana de los animales con los seres humanos ha facilitado la transmisión de distintas enfermedades infecciosas. Entre los factores que derivan de la intervención humana y que fomentan la aparición de zoonosis según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y el Instituto Internacional de Investigaciones Pecuarias (ILRI)[viii], se encuentran: el aumento de la demanda de proteína animal para alimentación; el uso y explotación de especies silvestres; el aumento de los desplazamientos y el transporte de las personas a nivel mundial y también otras causas más cercanas a la realidad del Archipiélago, como la intensificación de la agricultura, que demanda el despeje de terrenos cubiertos de vegetación; la utilización insostenible de los recursos naturales, el cambio de uso de suelo, la urbanización acelerada y la industria extractivista, así como también el cambio climático.
Así como ocurre con otras zoonosis, con la emergencia del tifus de los matorrales en Chiloé, no solo nos enfrentamos a una alerta ante un posible daño a la salud pública, sino también a un llamado de atención sobre la forma en que estamos interviniendo los ecosistemas de nuestro territorio y las consecuencias que ello puede tener sobre nuestra salud.
[1] Antropóloga residente en Chiloé, Diplomada en Antropología Médica para la Salud Pública (U. Chile); en proceso de tesis para el título de Magíster en Salud Pública Comunitaria y Desarrollo Local (UFRO).
[i] https://seremi10.redsalud.gob.cl/seremi-de-salud-informa-aumento-de-casos-de-tifus-de-los-matorrales-en-la-region-y-hace-llamado-a-ad/
[ii] Abarca, K., Weitzel, T., Martínez-Valdebenito, C. & Acosta-Jamett, G. (2018). Tifus de los matorrales, una enfermedad emergente en Chile. Rev. Chilena de Infectología 2018, 35 (6): 696-699. doi: 10.4067/S0716-10182018000600696https://www.revinf.cl/index.php/revinf/article/view/188/124
[iii] https://www.woah.org/es/que-hacemos/iniciativas-mundiales/una-sola-salud
[iv] Oromí Durich, J. (2000). Enfermedades emergentes y reemergentes: Algunas causas y ejemplos. Medicina Integral, 36(3), 79-82. https://www.elsevier.es/es-revista-medicina-integral-63-articulo-enfermedades-emergentes-reemergentes-algunas-causas-15322
[v] Xu, G., Walker, D., Jupiter, D.H., Melby, P.C. & Arcari, C.M. (2017). A review of the global epidemiology of scrub typhus. PLoS Negl Trop Dis 2017 nov; 11 (11). doi: 10.1371/ journal.pntd.0006062
[vi] https://medicina.uc.cl/noticias/la-rickettsia-causante-del-tifus-de-los-matorrales-en-chile-es-distinta-a-la-de-asia-pacifico-descripcion-molecular-de-una-nueva-especie-de-orientia/
[vii] Xu et al. (2017); Abarca et al. (2018).
[viii] https://news.un.org/es/story/2020/07/1477021