Mujeres indígenas caminarán más de 1.500 kilómetros desde diferentes puntos del país para exigir que el Estado incorpore el término “terricidio” y así condenar a los responsables de “crímenes de lesa naturaleza y lesa humanidad”. Aseguran que “no se pueden soportar” otros incendios como los ocurridos en el sur del país. Buscan llegar a la Ciudad de Buenos Aires el 25 de mayo.
Terricidio: el asesinato constante de la tierra y el desencadenante fatal para que otros crímenes contra la naturaleza y los seres humanos proliferen. Los incendios devastadores de la Patagonia argentina, la tala indiscriminada de montes nativos, la desertificación de la tierra a partir de los monocultivos, las fumigaciones con agrotóxicos, la megaminería… En síntesis, el extractivismo en su apogeo, que como explican las comunidades indígenas, también afecta a su vida espiritual.
Para el Movimiento de Mujeres Indígenas por el Buen Vivir, el nuevo término engloba todas estas prácticas y proponen que el Estado lo tipifique penalmente como un delito de “lesa naturaleza y de lesa humanidad”. Plantean que los responsables de estos crímenes “paguen con las penas más altas”.
Para visibilizar el terricidio que golpea de lleno a las poblaciones más vulnerables del país, como son las diferentes naciones de Pueblos Originarios de Argentina, las mujeres realizarán una verdadera hazaña: caminarán más de 1.500 km desde diferentes puntos del territorio nacional hasta llegar a la Ciudad de Buenos Aires.
Esta inédita travesía a pie tiene el objetivo de culminar su marcha el 25 de mayo, cuando se cumplan 211 años de la revolución criolla que, desde la perspectiva de las comunidades indígenas, significó “el principio de un genocidio” en su contra.
Uno de los motivos que desencadenó esta larga caminata fueron los dramáticos incendios en el sur del país. Pero la memoria de las mujeres respecto a los atentados contra la tierra es extensa y profunda.
Moira Millán, Weychafe (guerrera) mapuche y activista defensora de derechos humanos y de la tierra, conversó en exclusiva para ARG MEDIOS y aseguró que de aprobarse una ley que tipifique el término “terricidio”, muchos funcionarios públicos y muchos empresarios deberían pagar con años de cárcel.
“Nuestro objetivo es ponerle un límite a todo el sufrimiento que estamos viviendo desde muchos de los rincones de nuestro país. Emplazar al terricidio como una nueva categoría penal servirá para que se comiencen a investigar y a enjuiciar crímenes de lesa naturaleza y lesa humanidad”, introduce Moira Millán, quien acompaña la caminata desde la columna sur, que por estos días se encuentra en Villa La Angostura, provincia de Neuquén.
Al mismo tiempo y desde el norte, más precisamente desde Paraná (Entre Ríos), está en marcha la columna que reúne a mujeres de diferentes comunidades originarias de las provincias del litoral. Moira Millán cuenta que en cada pueblo que transitan se conocen “historias de mucho dolor” y de “mucha resistencia”. Siempre relacionadas a la destrucción de la tierra y las consecuencias directas en la población.
“El terricidio es una síntesis de todos los modos de asesinar la vida que encontró el sistema. Porque dentro encontramos el genocidio, el ecocicio y el epistemicidio indígena, que es otro término muy interesante, porque desde allí se explica el intento de borrar la cultura y la eliminación de otros modos de vida”, agrega la cofundadora del Movimiento de Mujeres Indígenas por el Buen Vivir.
Moira Millán explica también cómo el terricidio afecta gravemente a la vida espiritual de las comunidades. Un eje central para comprender su cosmovisión con la tierra. “Uno de los puntos fundamentales de esa visión tridimensional de la vida que tenemos los pueblos indígenas, es la espiritual. Y planteamos que hay un ecosistema espiritual que está siendo agredido constantemente. No solo por el extractivismo, sino por invasiones coloniales y culturales”, manifiesta.
Millán y las caminantes de esta larga marcha confían en que las imágenes de horror de los incendios puedan generar una empatía profunda en otros sectores de la sociedad. Sobre todo, ponen el foco en la juventud. ”Los incendios sobrepasaron un límite gravísimo y nosotras no estamos dispuestas a seguir soportándolo. Esperamos que el caminar mismo contribuya al despertar de los sectores dormidos. Las juventudes tienen una consciencia diferente a las de otras generaciones. Confiamos mucho en ellos”, asegura Millán.
Quiénes son las impulsoras de la caminata contra el terricidio
El Movimiento de Mujeres Indígenas por el Buen Vivir se define como un espacio antipatriarcal, anticapitalista y anticolonialista que lucha contra el racismo. “Nos enunciamos políticamente desde nuestra identidad ancestral y saberes e identidades territoriales. Somos un movimiento de resistencia y nos proponemos recuperar y revalorizar la plurinacionalidad histórica que ha sido omitida y negada por la historia oficial de los Estados”, manifiestan en un comunicado.
Su surgimiento se dio en el 2013, con una necesidad imperiosa de denunciar la violencia de género al interior de las propias comunidades indígenas, así como para visibilizar la doble exclusión de las mujeres originarias. Uno de sus saltos políticos se dio cuando a partir de sus militancias lograron que el Encuentro Nacional de Mujeres incluyera el término “Plurinacional”.
“Como herederas de esas naciones originarias invadidas, saqueadas, asesinadas y esclavizadas, hacemos un llamado urgente a actuar desde el espíritu de la mapu, pacha, tierra para combatir el terricidio. El Estado debe dar cuenta de lo que ha hecho con nuestros territorios. ¿Cómo piensa reparar todo lo que ha provocado?”, destacan desde el Movimiento de Mujeres Indígenas.
Muchas de ellas aseguran que “están recibiendo verdades que les son reveladas a través de los sueños”, precisamente sobre “acontecimientos que van a suscitarse”. “Como portadoras de esas visiones, nos comprometemos a ser guardianas de la vida. No hay excusa, el tiempo es ahora”, describen.
Y también le responden a quienes puedan considerar que no están dadas las condiciones para salir a luchar. “Nosotras respondemos que no están dadas las condiciones para vivir. Es por ello que salimos a luchar”.
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La extensa marcha requiere de muchas provisiones y recursos. Si querés ayudar a las mujeres que están marchando contra el terricidio podés hacer una transferencia solidaria al siguiente CBU:
0070314520000006000619
Cuenta Banco Galicia
Titular: Irma Yolanda Perriot.
Fuente: ARG MEDIOS