En octubre y noviembre se afianzó el trabajo de colaboración del proyecto “Concientizando a la Comunidad Local – Escolares, Jóvenes y Adultos, sobre el Cuidado y Uso de Nuestros Bosques y Aguas” con tres escuelas de la localidad de Panguipulli pertenecientes al Área Educación de la Corporación Municipal de Panguipulli (CORMUPA). A fines de octubre se efectuaron 4 jornadas de actividades educativas al aire libre en el Fundo Millahue ubicado en el sector El Colmenar, mientras que en noviembre se realizaron sesiones de trabajo en sala de clases utilizando una maqueta educativa creada en el marco de este proyecto especialmente para este fin.
El miércoles 15 y el jueves 16 de noviembre, Matías Manquepan, educador ambiental del proyecto estuvo trabajando con la maqueta educativa con escolares de educación básica de las escuelas María Alvarado Garay, Pullinque y Claudio Arrau León. En las actividades desarrolladas con apoyo de los y las docentes, se trabajó respecto a ciclo del agua y la relación estrecha con la disponibilidad de bosque nativo para la ocurrencia de dicho ciclo. Con esto se buscó reforzar la concientización en cuanto a el origen y final del elemento, así como los distintos usos asociado en su trayecto. Cabe destacar que les niñes realizaron afiches para propagar esta información entre otros y otras.
Esta acción educativa es parte del proyecto ejecutado el segundo semestre de 2023 por la Unión Comunal de APR (Agua Potable Rural) de la Comuna de Panguipulli. Para el desarrollo de estas actividades esta organización cuenta con subvención otorgada por el Gobierno Regional de los Ríos (GORE). La iniciativa cuenta con la colaboración de la Oficina del Agua de la Municipalidad de Panguipulli, Bosque Modelo Panguipulli y la Área de Educación de la CORMUPA.
Leticia Saavedra, docente de la Escuela María Alvarado Garay, valora el desarrollo de estas acciones y señaló “para los niños ha sido muy positivo porque el aprendizaje ha sido in situ, en la salida pedagógica en el bosque, aprendieron de actividades bien lúdicas que son distintas a un aprendizaje que se realiza sólo en aula”.
Carolina Riquelme Bravo, por su parte, profesora reemplazante del mismo establecimiento educativo participó de ambas actividades acompañando al 4° básico B y valoró el impacto que tiene en niños y niñas las experiencias de aprendizaje al aire libre. También valoró el que la actividad estuviera dividida por estaciones donde a través de diversas actividades sensoriales inmersas en el bosque “se pudiera reconocer a la naturaleza como un ser vivo que se expresa. Esto genera vínculos”
“La primera estación conecto con el sentido del oído y tacto, pues los estudiantes ingresaron vendados al bosque, conectándose con los sonidos, las texturas de la naturaleza, hasta escuchar a través de una máquina el sonido del canto de las plantas” describe la profesora Carolina. “En la segunda estación exploraron el sentido de la observación de aves como también aprendieron la importancia de ellas en la polinización de plantas y la expansión y desarrollo de los bosques”. En la última estación de aprendizaje los estudiantes conectaron y aprendieron la importancia del agua y cómo el suelo la contiene a través de los líquenes, así como dialogar entorno a los mecanismos que tienen los árboles hacer circular a través de ellos el agua desde las raíces hasta las hojas y viceversa. Los distintos grupos fueron pasando por el ciclo de estaciones en un distinto orden para para respetar la capacidad de carga del bosque y para trabajar en grupos pequeños que permitan vivir más directamente las actividades vivenciales.
La profesora Carolina recuerda que “llegaron felices al colegio y comentaban que querían vivir más aprendizajes en la naturaleza ya que ella les entregaba, calma, concentración y paz”. La experiencia terminó de redondearse cuando semanas después se concretó la intervención educativa donde pudieron observar la cuenca hidrográfica de Panguipulli en una maqueta educativa donde queda en evidencia el ciclo del agua que comienza en el volcán Mocho Choshuenco y culmina en el mar cerca de Valdivia.
La profesora Leticia, quien es la coordinadora de educación ambiental de la Escuela María Alvarado Garay que tiene la certificación ambiental del Ministerio de Medio Ambiente, es valorable para los estudiantes lo que se puede lograr con el trabajo en red, pues les “ha servido para tener acceso a más material didáctico, como la maqueta del ciclo del agua o la salida pedagógica”. De este modo se potencia el trabajo que constantemente hacen por su cuenta. Además la educadora plantea que: “estas actividades le sirven porque lo relacionan con la vida diaria con las cosas que ellos pudieran hacer y evitar a los otros en la casa, por ejemplo, con el tema del cuidado del agua”.
Este trabajo conjunto también salió del recinto escolar cuando en plena semana de párvulos, el pasado jueves 23 de noviembre, la escuela María Alvarado Garay, desarrolló una feria de medio ambiente en la plaza de Panguipulli invitando al equipo del proyecto de la Unión Comunal de APR a participar con un stand con la maqueta. Durante esa mañana se pudo interactuar con múltiples vecinos y escolares que pasaron por el lugar. Casi un mes antes, el 24 de octubre se participó también en la Feria de la Ciencia Liceo Altamira organizada por la Corporación Municipal de Educación de la Comuna de Panguipulli. En dicha ocasión se trabajó con la maqueta educativa facilitada por el APR de Liquiñe.