En comunidades del entorno del Rukapillan (volcán Villarrica) se desarrolla esta iniciativa que se enfoca en el cuidado del bosque nativo, a través de la creación de diversas esculturas representativas de animales silvestres habitantes de este espacio territorial.
Uno de los objetivos de este trabajo, es difundir la importancia del bosque nativo y todos los seres que lo habitan, para contribuir a que las nuevas generaciones, sus familias y visitantes, puedan valorar la biodiversidad y el patrimonio cultural del territorio, apuntando al resguardo y restauración de los ecosistemas y a la revaloración de la cultura ancestral del Wallmapu (territorio Mapuche).
El proceso comenzó con la recolección y prueba de arcillas locales, arenas y piedras volcánicas del Rukapillan (volcán Villarrica), para ser utilizadas en la fabricación de las esculturas cerámicas. “Un volcán es un antiguo alfarero”, dice Thiare Ávila, alfarera del territorio de Cheske (Villarrica), quien coordina el trabajo y realiza las esculturas, junto al equipo de Tralkahue Oficios de la Tierra. “Si de alguien se puede aprender y evidenciar cómo el fuego transforma la materia, es del Pillan. Millones de años de historia en sus tierras, arenas, ríos, glaciares”, continúa Thiare, quien junto a su equipo también visitó al conocido artesano alfarero Marco Barra, de Nacimiento (región del Biobío), para
conocer su taller e identificar arcillas del lugar que serán utilizadas en este trabajo.
Thiare es hija de artesanos orfebres y conoció la alfarería a partir de experiencias compartidas con alfareros/as de distintos pueblos originarios y la participación en encuentros realizados en diversos territorios. Siempre admiró la artesanía y soñó con dedicarse a este oficio, y desde un principio fue incorporando figuras de animales en la creación de sus piezas cerámicas. “Surgió la idea de hacer esculturas de animales nativos, ligadas al resguardo de los espacios naturales, de la defensa y de luchar por un sentido de justicia, de poder a través de lo que uno hace y uno ama, lograr integrar todo tu ser”, señala.
En los territorios del entorno del Rukapillan, existen antecedentes que desde tiempos muy antiguos se ha practicado el Wizun (alfarería Mapuche). Algunas piezas cerámicas que han sido halladas se han datado en más de 10.000 años, y fueron creadas para su utilización tanto en actividades domésticas, como culturales y espirituales, práctica que se ha mantenido hasta la actualidad. Esto evidencia el surgimiento de una de las culturas alfareras más antiguas y deja un precedente histórico de la gran variedad de diseños y técnicas desarrolladas por los/as antiguos/as Wizufe (alfareros/as), habitantes de los diversos Lof (espacios territoriales) que componen el Wallmapu (territorio ancestral Mapuche).
Esta iniciativa plantea revitalizar técnicas ancestrales de alfarería y aplicarlas en la creación artesanal de las esculturas cerámicas representativas de animales silvestres del territorio. “Voy a fabricar 8 esculturas de animales, el Puma, la Güiña, el Zorro, el Chucao, el Martín Pescador, el Concón, la Rana y el Monito del Monte, ambientados en su hábitat. Esto con el sentido de aportar al resguardo del bosque nativo, cuyas principales amenazas en este momento son las grandes industrias, como la forestal, la minera, los loteos y las pisciculturas que afectan el territorio de los animales nativos, nosotros y otros seres”, describe Thiare.
Al finalizar las esculturas, se expondrán en diversos espacios del territorio, como escuelas, centros culturales, comunidades Mapuche y espacios públicos, acompañadas de Epew (relatos locales), la degustación de gastronomía Mapuche hecha a base de frutos del bosque, la plantación comunitaria de árboles nativos y la proyección de un documental sobre el proceso. Con lo que se pretende aportar a tomar conocimiento de la riqueza cultural y el peligro en el que se encuentra la biodiversidad del territorio que habitamos, para generar un cambio en la sociedad, donde la valoración de la cultura y el resguardo de la naturaleza sean acciones cotidianas. “Con esto buscamos que la gente se concientice y sepa que este es un espacio que nos sirve a toda la humanidad para
sostener nuestras vidas”, concluye.
Este trabajo se desarrolla en el marco de la iniciativa “Creación de esculturas cerámicas zoomorfas ambientadas en su hábitat para potenciar la educación ambiental en espacios públicos, escuelas y centros culturales de la región de la Araucanía y los Ríos”, realizada por la alfarera Thiare Ávila junto al equipo de Tralkahue Oficios de la Tierra, y financiada por el Ministerio de la Cultura y las Artes, Fondart Nacional 2023.