A propósito de sus dichos en la edición de Radiograma del 23 de abril sobre el machi Celestino Córdova, donde es tildado de “asesino” y cobarde”, esta misiva pública critica a los comunicadores por desinformar a la población desde su posición de privilegio. Es una gran pérdida que la Radio Bio Bio ya no sea confiable, que ya no estén al servicio de la información y de la ciudadanía, y que se dedique ahora a generar odiosidad”, señala la carta.
Señora Cárdenas y Señor Mosciatti:
A riesgo de ser vetadas de la cobertura de Radio Bío Bío, queremos hacerles saber nuestras reflexiones sobre las opiniones que expresaron en el programa Radiograma del 23 de abril de 2018 de Radio Bío Bío.
Qué lamentable escuchar sus opiniones tan sueltas de cuerpo sobre la situación crítica de un ser humano que está poniendo en riesgo su vida con una huelga de hambre, en respuesta a la invisibilidad que personas como el machi Celestino Córdova sufren en un país como Chile.
Qué lamentable que usen un medio tan importante en Chile como Radio Bío Bío, para esparcir desinformación y racismo, dos cosas que abundan en este país y en especial en la región de La Araucanía, donde se vive este conflicto cuya principal característica, es la asimetría en las relaciones de poder.
Qué fácil es hablar para un hombre y una mujer de raza blanca, desde una gran tribuna, con sus cuerpos bien alimentados y abrigados, sin criminalización ni persecución en su contra, con contactos y redes de poder, sobre una persona privada de libertad, hombre de raza mapuche, machi, acusado y encontrado culpable de asesinato en un juicio con irregularidades clave que permitieron sentenciarlo. Qué fácil es hablar desde esa posición de confort, sobre una persona que jamás tendrá posibilidad de réplica, sobre una persona cuya figura representa a un pueblo pisoteado y no reconocido formalmente por el Estado de Chile, que se encuentra en conflicto con sectores poderosos de la sociedad, grandes empresarios e importantes sectores productivos del país como es el sector forestal.
Fue evidente el estado de desinformación desde el que se dieron la libertad de hablar sobre el machi Celestino, ¿48 días o 48 horas? Ni siquiera tenían claro lo más básico de la demanda del machi Celestino, mucho menos tenían ni tienen conocimiento sobre lo legítima de su solicitud, que no es el acceso a beneficios carcelarios, sino que todo lo contrario, es el acceder a la salud, un derecho básico e inalienable, que no se pierde por estar privado de libertad ni condenado.
Cuando personas condenadas por violaciones de Derechos Humanos durante la dictadura, asesinos condenados como Miguel Krassnoff Martchenko, condenado a 120 años de cárcel por secuestro, tortura y asesinato de decenas de personas, piden permisos especiales, se les concede. Krassnoff recibió permiso por razones humanitarias para visitar a su hija en la Clínica Alemana de Temuco el año 2013. Krassnoff no tuvo que hacer huelga de hambre para recibir este beneficio, sino que se le concedió de inmediato. Pero lo que pide el machi Celestino no es un beneficio, es un derecho, el derecho a acudir a su sistema de salud. La renovación de su rehue, ceremonia para la que el machi pide permiso para acudir por 48 horas a su comunidad, fue prescripción médica emanada por el especialista en salud mapuche, machi Victor Caniullan, en el contexto de un tratamiento que ha sido suministrado por una institución del Estado de Chile, el Servicio de Salud Araucanía Sur, canalizado a través del Centro de Medicina Mapuche Ñi Lawentuewun de Nueva Imperial, todos agentes de salud que el propio Estado ha reconocido. Se trata de un acto racista el negar el ejercicio de la salud cuando ésta se desarrolla en un contexto intercultural. El Machi Celestino lleva años pidiendo permiso para realizar esta ceremonia.
Solíamos sentir admiración por ustedes, pero ya no. No después de escuchar cómo se han puesto al servicio del poder y cómo son capaces de destrozar y pisotear la imagen de una persona en una situación tan crítica como encontrarse por 101 días en huelga de hambre. Un mapuche muerto más no haría más que alimentar la polarización y la ira entorno al conflicto entre el Estado, los colonos, y el pueblo mapuche, por las tierras cuyos primeros habitantes ya sabemos quiénes son, o al menos nosotras acá sabemos, porque ustedes al parecer no se han dado el tiempo de hacer trabajo periodístico para dar a conocer a la sociedad el verdadero origen del conflicto.
Es una gran pérdida que la Radio Bio Bio ya no sea confiable, que ya no estén al servicio de la información y de la ciudadanía, y que se dedique ahora a generar odiosidad entre grupos de una región que no necesita ese tipo de comentarios. Sus comentarios desde el centro de Chile, lejos de donde pasan las cosas, lejos de la militarización y de las niñas y niños interrogados y baleados por la policía. Es preferible que se ahorren sus palabras y comentarios llenos de ignorancia y odiosidad. No perdemos las esperanzas de que Radio Bío Bío se vuelva a convertir en un medio confiable, al servicio de la información y de la ciudadanía. Estaremos esperando cada día a que eso ocurra. De lo contrario, si no sabe de qué habla, mejor guarde silencio.
Alejandra Parra Muñoz. Master en Planificación, Bióloga, Activista.
Karina Riquelme Viveros. Abogada.
Temuco, 27 de abril de 2018.