Declaración publica
Toma pacífica casa de la cultura Ancud
A través de esta declaración pública denunciamos ante la comunidad que la Corporación Cultural de Ancud por medio de su presidente Carlos Gómez Miranda ha interpuesto una querella criminal por delitos consumados de hurto simple y daño simple a una decena de ciudadanos y ciudadanas vinculadas al arte y la cultura de Ancud, en el contexto de la ocupación del edificio de la casa de la cultura en octubre del 2019 durante el estallido social.
En estos momentos la querella criminal se encuentra en proceso de investigación, por lo tanto la policía de investigaciones ha iniciados los peritajes, notificaciones y toma de declaraciones.
A fines de Octubre del 2019 parte de la ciudadanía ancuditana, frente a un proceso social histórico que vivía el país, solicitó espacios para la realización de asambleas que fueron negados desde del municipio.
Al no poder contar con un espacio masivo para las asambleas y en vista del evidente abandono del edificio llamado casa de la cultura se procedió a hacer ocupación del mismo. Esta ocupación se extendió por 5 meses, entregándose de manera pacífica el día 4 de abril del año 2020 en buenas condiciones.
Durante esta ocupación se ejecutaron: talleres, reuniones, asambleas, charlas, encuentros, mingas, lecturas, conversatorios, conciertos, exposiciones, ciclos de cine, ensayos, ferias, e intervenciones artísticas entre otras actividades, teniendo como única pretensión dar vida a un espacio común.
El libro de visitas de la toma de la casa de la cultura superó las mil firmas de apoyo por parte de la comunidad.
Como es de público conocimiento, antes de esta ocupación, la corporación cultural de Ancud daba evidentes señales de una pobre gestión y una desprolija organización. Sin una oferta suficiente de actividades artísticas, culturales y patrimoniales para la ciudadanía, y sin vínculo alguno con los y las trabajadoras del arte de la comuna, su quehacer cotidiano transcurría entre un par de proyectos gestionados y la desidia e ineficacia en la ejecución del plan de cultura, sosteniendo algunas actividades masivas en un deteriorado y desaseado teatro municipal.
Esta vergonzosa e irreversible situación origina a principios del año 2019 que diversos actores sociales, trabajadoras y trabajadores del arte se reúnan en torno a esta problemática, siendo agentes críticos de una administración municipal displicente, intentando forzar los cambios necesarios para transformar esta triste realidad, o al menos para darle un suspiro.
Fruto de estas presiones es que se echó a andar, a regañadientes, el plan de cultura, logrando entre otras cosas que el cargo de secretario general de la corporación cultural de Ancud sea por concurso público y no una designación política según el alcalde de turno.
A la luz de los hechos aquí expuestos, consideramos que esta querella es una deliberada y evidente persecución política, al imputar y perseguir delitos que no se condicen con la realidad.
Por último, validamos en espíritu y en fundamento la ocupación de este espacio comunitario, que ha sido desde sus orígenes el inmueble que ha dado lugar a la expresión y producción cultural de las y los artistas del territorio. Lamentamos que el alcalde, presidente de la Corporación, criminalice, amedrente y reprima a quienes participaron en dar vida a este ejemplo de desarrollo artístico cultural como fue la toma pacífica de la casa de la cultura.